El género narrativo comprende aquellos textos que, mediante un narrador, cuentan historias ocurridas a unos personajes en un lugar y un tiempo determinados. Tanto el narrador como los hechos narrados pertenecen al mundo de la ficción.
Generalmente la modalidad del discurso que
predomina en la narración es la prosa, aunque puede usarse también el verso,
como ocurre en los romances o en los poemas épicos, por ejemplo.
EL NARRADOR
En algunos textos
el narrador nos cuenta la historia desde dentro, pero en otros no podemos
apreciar ninguna marca que indique su presencia cerca de los hechos narrados. En
el primer caso hablamos de narrador interno, y de
narrador externo en el segundo.
Ahora bien, un narrador puede contar la historia desde distintos
puntos de vista. No es lo mismo ser el protagonista del relato que ser un mero
testigo del mismo, o ni tan siquiera formar parte de lo narrado. Por ello,
según el punto de vista adoptado el narrador podrá
ser:
-
Narrador en 3ª persona: si el conocimiento de los hechos es total, llegando incluso a saber lo que piensan los personajes, estamos ante un narrador omnisciente. Si por el contrario el narrador sólo cuenta lo que puede observar, como si fuera una cámara de cine, nos encontramos ante un narrador observador.
-
Narrador en 2ª persona: el narrador se dirige en segunda persona a un "yo" desdoblado. Es poco frecuente, aunque se ha utilizado en la novela moderna.
-
Narrador en 1ª persona: si el narrador es además la persona a la que suceden los hechos narrados, hablamos de narrador protagonista. Sin embargo, si cuenta la historia en primera persona porque interviene en ella pero no es el protagonista, lo llamamos narrador personaje secundario o también narrador testigo.
LOS PERSONAJES
Los personajes son los
elementos que llevan a cabo las acciones contadas por el narrador. Tienen un
carácter humano, lo que no implica que sean humanos. Las clasificaciones y
caracterizaciones más conocidas y difundidas por la tradición del análisis
literario son, según distintos criterios, las siguientes:
-
Por su importancia dentro de la historia:
- Principales,
que desarrollan la acción principal.
-
Secundarios, menos relevantes, pero que pueden adquirir relevancia
en algún episodio.
- Por las relaciones de oposición entre ellos:
- Protagonista:
desempeña la función principal.
- Antagonista: se opone al protagonista.
- Antagonista: se opone al protagonista.
-
Según esté compuesto por un individuo o un grupo, individual o colectivo.
EL ESPACIO
El espacio es el
marco físico donde se ubican los personajes y los ambientes geográficos y
sociales en los que se desarrollan las acciones. Si este espacio existe
realmente (Barcelona, por ejemplo) hablaremos de espacio
real. Si por el contrario el lugar donde ocurren los hechos es
inventado (la Comarca, tierra de los hobbits) lo llamaremos
espacio ficticio.
Así habrá que
distinguir también entre espacios exteriores
o abiertos e interiores o
cerrados.
En algunas ocasiones el espacio no es un simple decorado sino que llega a determinar el comportamiento de los personajes y a reflejar el estado anímico de éstos, como ocurre por ejemplo en el Romanticismo.
EL TIEMPO
Cuando hablamos del
tiempo en la narración hay que distinguir entre:
1. El tiempo externo o
histórico: Es la
época o momento en que se sitúa la narración. Puede ser explícito o deducirse
del ambiente, personajes, costumbres, etc. Por ejemplo, la Inglaterra
victoriana, o la España de posguerra.
2. El tiempo
interno: Es el tiempo que duran los acontecimientos narrados en la
historia. Puede ser toda una vida o solamente unas horas. El autor selecciona
los momentos y omite aquellos que considera
innecesarios. Dentro del tiempo interno hay que distinguir entre el tiempo de la
historia y el tiempo del discurso.
-
El tiempo de la historia es el tiempo de la realidad narrada. Se define atendiendo a la sucesión cronológica de los acontecimientos y al tiempo que estos abarcan (dos días, por ejemplo).
-
El tiempo del discurso es el orden en el que se narran esos acontecimientos y lo que ocupan.
PRINCIPALES
SUBGÉNEROS NARRATIVOS
Dentro del género
narrativo se pueden distinguir los siguientes subgéneros:
-
Poema épico: narración en verso, por lo general muy extensa, que cuenta la historia de un héroe unido al destino de su pueblo. Los poemas épicos están escritos en versos de arte mayor y en ellos predominan fórmulas y epítetos épicos. Ejemplos: El Cantar de Mío Cid, El Cantar de Roldán y El Cantar de los Nibelungos.
-
Romance: narración breve en versos octosilábicos con rima asonante en los versos pares, quedando sueltos los impares. Ejemplos: Romance del prisionero, Romance del conde Olinos, etc.
-
Fábula: narración breve, ya sea en prosa o en verso, que persigue un fin didáctico y moral. Suele estar protagonizada por animales y de los hechos narrados se extrae una enseñanza o moraleja. Ejemplos: fábulas de Esopo, fábulas de La Fontaine, Fábulas de Tomás de Iriarte, etc.
-
Cuento: narración breve de hechos imaginarios o reales, protagonizada por un grupo reducido de personajes y con un argumento sencillo. Suelen desarrollarse en un espacio y un tiempo únicos. El final puede ser abierto o cerrado. No obstante, la frontera entre un cuento largo y una novela corta no es fácil de trazar. Ejemplos: Cuentos de Leopoldo Alas "Clarín", cuentos de Cortázar, cuentos de Augusto Monterroso, etc.
-
Novela: es el subgénero narrativo más extendido. Está escrita en prosa, de extensión variada, y presenta un mundo problemático y diverso. La historia puede variar de espacio y de tiempo, y su protagonista es complejo y rico en matices. Si atendemos a su argumento, la novela puede ser realista, histórica, de aventuras, de ciencia-ficción, de amor, policiaca, etc. Ejemplos: La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón; El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger; Paula, de Isabel Allende, etc.
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